El inversor Jim Rogers ve un futuro negro para Europa y para la divisa única. El problema de fondo es demográfico. Europa envejece rápidamente y pronto no podrá atender a las promesas que hizo a sus mayores. El futuro está en China.
FERNANDO DÍAZ VILLANUEVA
Jim Rogers es una leyenda dentro del mundo de los inversores. Millonario desde los 35 años (y tiene 68), a los 37 se retiró y dio la vuelta al mundo en una motocicleta para celebrar su recién ganada libertad financiera. Desde entonces, y han pasado ya treinta años, Rogers se ha convertido en una de las voces más autorizadas en lo que a inversión en valor se refiere. Es una de las personas que mejor conoce el mercado de las materias primas y uno de los pocos que anticiparon la actual crisis. Naturalmente, nadie le creyó.
A pesar de no necesitarlo, Rogers es un apasionado del trabajo, de escribir sin descanso y de aprender cosas nuevas. De visita en Madrid por una invitación de la Fundación Rafael del Pino, Jim me recibe sentado en un silloncito, ataviado con una pajarita estampada y la mejor de sus sonrisas.
Pregunta (P): Jim, primero un asunto personal para ir ablandándote, ¿por qué te retiraste tan joven?
Respuesta (R): Bueno, una de mis metas siempre ha sido vivir dos veces, pero eso es imposible, así que cuando tenía 37 años me levanté un día y decidí retirarme porque tenía dinero suficiente.
R: Siempre me ha gustado montar en moto, así que lo primero que pensé fue en dar la vuelta al mundo en ella. Ten en cuenta que aquello fue en 1980 y me costó bastante porque no se podía entrar en la Unión Soviética, ni en China… pero lo hice.
P: ¿Qué es ser libre?
R: Poder hacer lo que quieres hacer, no lo que te dicen que tienes que hacer. No tener un trabajo sino quieres, decir aquello que quieres decir. Esa es mi idea de la Libertad.
P: ¿Y Jim Rogers es libre?
R: Eso creo. Todavía puedo pagar mis facturas. Quizá dentro de diez años he tenido que coger un empleo, lo que significaría que algo no ha ido bien. Pero ahora sí, hago lo que quiero hacer.
P: ¿Warren Buffet?
R: Es un tipo listo. Ha hecho un buen trabajo, un trabajo exitoso en los últimos 40 ó 50 años. Pero, a fin de cuentas, se está haciendo viejo, y no estoy seguro que sus empresas lo hagan tan bien en el futuro como lo han hecho en el pasado.
P: ¿Te gusta la teoría económica?
R: Me gusta la teoría económica correcta, no la teoría económica incorrecta.
P: ¿Cuál es tu escuela favorita?
R: Realmente no tengo escuela favorita, trato de pensar por mí mismo. Sé que Karl Marx no lo hizo bien, pero en una cosa estaba en lo cierto: si entiendes el dinero entenderás cómo funciona el resto, el problema es que él no lo entendía.
P: ¿Y la Escuela Austriaca?
R: Estoy de acuerdo con la mayor parte de cosas que sé de la Escuela Austriaca, y las apruebo si prefieres que utilice ese término. Pienso que su aproximación es mejor para la mayoría de cuestiones que la aproximación de Karl Marx.
P: ¿Viste venir la crisis?
R: Fui bastante explícito, ya publiqué que esto iba a acabar de mala manera, vi que la mayoría de empresas iban a colapsar. Yo vi esto venir. He sido inversor mucho tiempo, he leído mucho sobre el mundo. Todas las burbujas tienen la misma apariencia y lo que me sorprende es que la gente no las reconozca.
R: No, nunca ha funcionado en largos periodos de tiempo.
P: En los próximos dos años, ¿inflación o deflación?
R: Inflación.
P: ¿China o la India?
R: China.
P: ¿El euro sobrevivirá?
R: Dos años sí, diez años no. No sobrevivirá a esta década.
P: ¿Lo de China no te parece una burbuja crediticia sin precedentes?
R: China va a ser el gran país del siglo XXI. Tendrá dificultades en el camino. Hay una gran burbuja inmobiliaria en las ciudades en estos momentos que el Gobierno está tratando de frenar adecuadamente, y lo hará, pero no es una burbuja crediticia.
En los Estados Unidos del siglo XIX tuvimos quince depresiones, una guerra civil horrible, muy pocos derechos humanos, no se respetaba la Ley, teníamos masacres en la calle. Tan cerca como en 1907 Estados Unidos quebró, y a pesar de ello en el siglo XX Estados Unidos llegó a ser el país más exitoso. China tendrá problemas tremendos, pero también llegarán a ser el país más exitoso.
P: ¿Y las materias primas?
R: Seguirán subiendo en los próximos dos años, y los próximos diez años van a ser muy duros, va a haber una burbuja en materias primas.
P: ¿Todas las materias primas?
R: Sí, casi todas.
P: ¿Los tres culpables de la crisis?
R: La Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y los políticos americanos.
P: ¿Qué va a pasar con Estados Unidos y su monstruosa deuda?
R: Probablemente ya en esta década empezaremos a tener problemas serios en Estados Unidos. Nuestra deuda es la mayor de la historia del mundo tal y como has señalado, la deuda sigue creciendo a una tasa realmente dramática. Vamos a tener que pagar la factura en esta década.
P: ¿Mis nietos tendrán, como yo, que aprender inglés?
R: La lengua más importante del siglo XXI será el mandarín. El inglés seguirá siendo una lengua extremadamente importante, pero el mandarín lo será más.
P: ¿Qué papel jugará Europa en el siglo de Asia?
R: El principal problema de Europa en el siglo XXI es probablemente el demográfico. El problema de la divisa común o el de la deuda gigantesca son grandes problemas, pero el demográfico es el más importante. Si tienes una buena demografía puedes superar la deuda. No habrá italianos en cien años, no habrá españoles en cien años. ¿Y hacéis algo al respecto de vuestro problema demográfico?
Ésta es una de las razones por las que el euro está en apuros, o por la que tenéis problemas con la deuda soberana. Tenéis una población que envejece rápidamente. Hicisteis grandes promesas a toda esta gente mayor y ahora no tenéis el dinero para mantener a la tercera edad. Por encima de todo vuestro peor problema en el siglo XXI es el demográfico.
P: ¿Un consejo para los lectores de LD?
R: Deberíais tener un bebé. Sería bueno para Europa, bueno para España y bueno para vosotros.
